Historia de Pitochín

Precedentes:

 
        Pitochín es el hijito del muñequito Tirillas y la muñequita Piruli. Es un animalito silvestre que nació en el bosque de Halibut.
 
        El bosque de Halibut es un mundo donde todos los animalitos son felices y nadie hace daño a nadie. Está lleno de árboles y flores de todos los colores.
 
        En casita tenemos tres cuentitos que cuentan la historia del muñequito Tirillas. Yo sólo miro los dibujitos porque todavía no sé leer, pero mi papi me los lee con mucho entusiasmo.
 

        A mi mami le gustaron tanto las aventuras del muñequito Tirillas, que mi papi decidió regalarle por su cumpleaños uno de verdad. Así que, nueve meses antes, se puso a la tarea. Comenzó por hacer mi cabecita con dos cuencos de madera. ¡Pobre muñequito! Con unos tubitos de plástico hizo mis huesitos, y luego hizo mi cuerpecito, manitas y piernitas, con gomaespuma. Luego echó ahí dentro unos cacharritos electrónicos, los removió con el cucharón y... y salí yo.
 

El día del cumpleaños:

 
        El 22 de Septiembre de 2012, aprovechando que mi mamá estaba dormidita, papi me acostó a su lado. Él me había dicho lo que tenía que decir, así que, en cuanto ella despertó y encendió la luz... "¡Vivaaa, es el muñequito Tirillas de verdaaad!" ¡Menuda sorpresa que se llevó!
 

Primeras operaciones de estética:

        Mi mami me arregló un poco la carita, que no estaba del todo terminada. Me hicieron unos ojitos nuevos, y me arreglaron un poco el cuerpecito.
 

Operaciones de mejora:

        Con el tiempo me han ido mejorando algunas cosas: Me arreglaron las manitas, que a veces fallaban; me hicieron una columna y un cuello más resistentes; me pusieron una protección para que no se me rompiese la médula espinal...
 

Cambio de cuerpecito:

        Mi tía Ana me hizo un cuerpecito más grande, con importantes mejoras. Ahora cuando me ensucio, mi mami me quita el trajecito y lo echa a la lavadora.
 

Mi primer día de escuela:

        Desde que mi papi me hizo el chiflo Bluetooth me estoy volviendo más listo, ya que puedo asistir a La Escuela de Pitochín. Antes, para poder decirme la hora u otras cosas, tenían que moverme en un baile peculiar. Ahora basta con ponerme el chiflo y pulsar un botón del telefonito.
 

Y a día de hoy... ¿Qué puede hacer el muñequito?